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¿Somos Luz?




A nadie se le ocurriría jamás en medio de un apagón encender una vela y esconderla para que nadie pueda ver en la oscuridad ¿cierto? Esa es básicamente la idea que Jesús quería transmitir al pronunciar éstas palabras la primera vez en su famoso sermón.


Por razones de contexto es necesario decir que antes de mencionar estos versos Jesús había iniciado el sermón del monte con las palabras: “Bienaventurados los que…” o más bien “dichosos, felices los que…” por lo que debemos interpretar los versos de nuestra lectura a la luz de su idea principal la cual podríamos expresar de la siguiente manera: Los que verdaderamente son dichosos en el Reino de los cielos no viven de acuerdo a los estándares del mundo sino de manera diametralmente opuesta.

Bajo ésta idea podremos entender lo que quiere decir que aquellos que siguen Cristo son la luz del mundo.


"Los que verdaderamente son dichosos en el Reino de los cielos no viven de acuerdo a los estándares del mundo sino de manera diametralmente opuesta"


La Luz con la que brillan no es propia

Vosotros sois la luz del mundo…Mateo 5:14


Juan 8:12 nos dice:

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.


Si Jesús es la luz del mundo ¿cómo es posible que nosotros seamos también la luz? el texto de Juan lo dice claro: “el que le sigue no andará en tinieblas” sino que tendrá en sí mismo la Luz de la Vida, ésta luz de la vida se refiere a la vida eterna que Jesús tiene en sí mismo, pero también a una vida que no está influenciada por las tinieblas, es decir que el pecado no tiene dominio sobre esa persona, Cristo lo tiene, por lo que esa persona puede decir como Pablo en Gálatas 2:20a:


“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo más vive Cristo en mi…”

Es por eso que Él dice que sus seguidores son la luz del mundo, ellos no producen esa luz, pero ésta luz estará energizándolos por dentro, es Cristo en ellos que la irradia, más que productores de luz los discípulos de Jesús somos reflectores, somos bombillas y Cristo es la electricidad, Él es nuestro sol y nosotros somos la luna que debe reflejar la gloria de Su persona.


Es una luz que no se puede esconder

…una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Mateo 5:14b-15


Así como no ponemos nuestras medallas en un lugar recóndito y oscuro de la casa sino en un lugar donde todos las puedan ver y admirar, el seguidor de Cristo debe ser tan obvio para la gente del mundo como una ciudad asentada sobre una colina, Jesús nos invita a usar la lógica cuando nos dice que nadie enciende una lámpara durante un apagón para ponerla en un lugar donde no alumbre la casa sino en un lugar donde ésta lámpara pueda iluminar los lugares más oscuros de la habitación.


Es interesante que Jesús diga éstas cosas, muchos de los que escucharon éste sermón seguramente simpatizaban por la doctrina de Jesús pero por causa de las sectas imperantes como la de los fariseos y la opinión de la gente se cohibían de seguirle, la invitación de Jesús a los hombres de ser sus discípulos nunca ha dado lugar a una fe secreta y callada, todo lo contrario, es una fe que debe ser predicada y que debe de ser vivida de una manera evidente y publica, no se esconde debajo de la mesa, ésta fe se pone en el candelero. Hoy en día muchos se cohíben de predicar el evangelio por temor a la opinión de los demás, la presión social, el miedo al desacuerdo y el afán por la aceptación han atrapado y apagado la luz de los creyentes en muchos lugares, haciéndoles creer que si ellos viven su fe para sí mismos y son en cierta manera flexibles en su manera de vivir todo estará bien, pero Cristo no nos llamó a eso, ese no es y nunca fue el llamado de nuestra fe.


Es una fe y un llamado a una vida radical que va contra la corriente, recuerda, no podemos desligar ésta analogía de la idea principal del sermón, Jesús ha dicho cosas como:


Bienaventurados serán cuando los insulten y persigan, y digan todo género de mal contra ustedes falsamente, por causa de Mí. Regocíjense y alégrense, porque la recompensa de ustedes en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que ustedes. Mateo 5:11-12


Aquellos que son bienaventurados, son los mismos que son la luz del mundo, solo puedes ser luz en la oscuridad, sólo puedes ser notado cuando en un grupo de personas que corren en dirección a la las cosas de este mundo tú vas en contra de la corriente, eres luz cuando la moda es el pecado y tú te vistes de santidad, eres luz cuando aún en la iglesia quieren parecerse al mundo pero tu deseas parecerte a Cristo, eres luz cuando no tomas con liviandad lo eterno, sino que vives para el Maestro y por ésto, por ser luz, por buscar la gloria de Dios, te meterás en problemas, inevitablemente eso va a pasar, el mundo ama el pecado y se deleita en él y va a odiar a todo aquel que no lo ama.


A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan…1 Pedro 4:4


Ser luz no es ser popular (ni te hace popular), es que sea obvio que le perteneces a Cristo.


"Ser luz no es ser popular, es que sea obvio que le perteneces a Cristo"


Es una luz que hace mirar al cielo

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16


Como dijimos unas líneas más arriba, ésta luz que irradian los discípulos de Cristo no es una luz propia, proviene de Cristo, ahora podemos ver que se manifiesta en buenas obras, si lo analizamos desde el contexto del pasaje de las bienaventuranzas podremos notar que éstas obras que hacen los bienaventurados son primeramente hechas en un carácter de justicia, paz, humildad y devoción a Dios, éstas virtudes son manifestaciones de amor a Dios y en consecuencia se manifiestan en amor al prójimo, lo que nos hace distintos al mundo y parecidos a Cristo, no son los grandes eventos con canciones y camisetas cristianas, lo que nos hace ser luz no son actitudes de gran optimismo y superación, no es ni si quiera nuestra prosperidad material, la luz que debemos reflejar es una la que hace que los hombres miren al cielo donde esta Cristo sentado a la diestra de Dios, lo que nos hace luz verdaderamente son nuestras obras de amor hechas para la gloria de Dios, es cada paso que damos buscando que Dios sea exaltado, es ser humildes en medio de un mundo narcisista y ególatra, es la búsqueda constante de la santidad y el rechazo de lo permisivo y liberal, es estar dispuesto a sacrificarlo todo: nuestro éxito personal, nuestras finanzas, nuestra popularidad y vida social, nuestras pasiones, todo eso y mucho más con tal de agradar a Cristo y obedecerle.


"lo que nos hace distintos al mundo y parecidos a Cristo, no son los grandes eventos...lo que nos hace luz verdaderamente son nuestras obras de amor hechas para la gloria de Dios"


Como dijera el apóstol Pablo:

…y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20b-20


Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.

Filipenses 3:7-8


Me encantan las Palabras del apóstol Juan sobre Juan el Bautista en Juan 1:7-9:

Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la Luz. Aquella Luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a éste mundo.


Juan el Bautista fue un hombre que la gente de Judea esperaba que fuera el Mesías, pero el dejó bien en claro que “Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado.” Marcos 1:7. Nunca osó quitarle la gloria a Cristo cuando lo adulaban sino que apuntaba a Jesús como el que es digno de toda la gloria. Somos luz cuando le damos la gloria a Cristo y nos consideramos indignos de cualquier posición aun de las más bajas.


Ya no se escuchan muchos cristianos hablar así, se habla de victoria financiera, de vencer a nuestros gigantes, de grandes “apóstoles” y “ministros” incluso de “ser distintos en niveles mucho más elevados que los del mundo” pero pareciéndose al mundo en la manera de hacer las cosas y no a Cristo, cuando hacemos eso estamos escondiendo y apagando las lámparas, la idea de Jesús de que seamos luz es la de traer la gloria a Él a través de nuestras obras sacrificiales de amor y no a nosotros, no es un continuo alarde de nuestra fe y nuestros éxitos, ¡ÉSTO NO SE TRATA DE NOSOTROS!, no tenemos luz propia, porque no la podemos producir, sin Cristo estaríamos aun muertos en nuestros pecados, Él es la luz, no nosotros, se trata de Él, no de nuestro insaciable ego, se trata de Su gloria. Somos luz cuando vivimos para Su gloria.


"Somos luz cuando le damos la gloria a Cristo y nos consideramos indignos de cualquier posición incluso las más bajas"


Él es la luz. Y debemos vivir nuestras vidas para que la gente lo pueda ver a Él y decida salir de las tinieblas del pecado para seguirle. Hemos sido llamados a vivir para Él públicamente proclamando Su verdad salvadora a través de vidas totalmente opuestas a los valores y formas del mundo, no hemos sido llamados a escondernos ni a promovernos a nosotros mismos sino a brillar con la luz del evangelio transformador de Cristo para que otros sean transformados, porque Él es la Luz verdadera.


¿Y tú? ¿Eres luz?

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