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Los 5 No´s de la Pornografía

Actualizado: 11 jun 2020

Te ha pasado ¿cierto? Llega ese momento en el que dices: “voy a dejar de verla” lo mismo dijiste un año atrás, y el año anterior y el anterior, pero todo parece un ciclo vicioso que se repite con pequeñas batallas ganadas (muy pocas) y aparentemente la guerra perdida.

Creo que es bueno que sepas el porqué ésto sucede, porqué te sientes como en un pozo de arena movediza del cual parece imposible salir mientras mas te esfuerces, es por eso que te ofrezco los 5 no´s de la pornografía, al adentrarte en ellos conocerás las herramientas disponibles para vencer en ésta lucha.

1. No, no es tu principal problema

Cuando estás sumergido en ésta clase de adicción (sí adicción), toda tu atención se dirige a la misma, el enfoque suele concentrarse en ese pecado especifico y muchos lo ven como su mayor problema, el origen de todos sus males, sí, la pornografía es dañina, sí, te causa muchos problemas, pero no debe ser tu mayor preocupación, pues debes concentrarte en aquello que causa que caigas en ella, tal como dijera John Piper: “la adicción a la pornografía no es la enfermedad, es un síntoma” la pregunta es ¿un síntoma de qué enfermedad?

El origen de éstos malos deseos es nuestro corazón Jesús dijo:

“Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias” Mateo 15:19

Las tentaciones se originan en los deseos de nuestra carne (Santiago 1:14) ésto significa que lidias con un problema principalmente interno y no solo externo, un problema espiritual cuyo origen es tu pasión pecaminosa, peleas contra tus propios deseos egoístas, éstos deseos encuentran su impulso en una actitud del corazón que voy a mencionar mucho y ésta es el orgullo.

El orgullo es la suma de todos nuestros pecados o más bien la raíz de donde se desprenden las ramas de nuestra maldad, es nuestro deseo de gobernar nuestras vidas a nuestra manera lo que nos hace actuar en rebelión hacia Dios y Su Ley, en contra de Su Verdad con la mentira, en contra de su creación con el asesinato, en contra de su diseño con el adulterio y la pornografía. El Orgullo dice: "no tengo porqué hacer las cosas a la manera de Dios, usare el medio que yo decida para satisfacer mi corazón, haré las cosas a mi manera, como y cuando quiera" dentro de esa afirmación dudo mucho que quede un pecado fuera, incluyendo la adicción a la pornografía.

Date cuenta, mientras estás enfocado en tu “problema” de pornografía existen otras áreas en tu vida que están descuidadas, áreas en las que tienes que crecer, tu corazón es como un jardín sin podar, con plantas sin regar, si dejas de ver pornografía otras manifestaciones de tu orgullo aflorarán en otras áreas de tu jardín y lo harán con mucha fuerza porque las has descuidado. Me referiré con mas profundidad a éste tema en otro artículo, pero por ahora es bueno que reconozcas que tu mayor problema no es la pornografía sino el orgullo que origina éste deseo y otros mas.

2. No, no puedes vencerla por ti mismo

Uno de los problemas principales al intentar salir de una adicción es pensar que puedes hacerlo solo, esto es una de las manifestaciones del orgullo y a veces es el orgullo lo que te impulsa a desear salir de ese problema, no quieres estar atado a este vicio porque te sientes imperfecto, sucio y degradado, tu motivación muchas veces define tu acción, quieres hacerlo por ti mismo, quieres demostrar que eres capaz, fuerte y poderoso, pero ésta es una batalla que se gana como cualquier otra en la vida cristiana: ¡con la Gracia y el Poder de Dios!, sé que puede sonar cliché y que tal vez muchos podrán decirte que con el debido entrenamiento podrás vencer éste problema, pero como ya he mencionado  el orgullo es el origen y el mismo podrá aflorar en cualquier otro tipo de manifestación aunque logres salir de la pornografía por un tiempo.

Lo que debes hacer es rendirte, ¡sí! ríndete y reconoce que no puedes hacerlo solo, que necesitas ayuda y sobre todo la ayuda que viene de Dios, debes tener un encuentro personal y real con el Señor en oración, reconocer tu pecado y tu idolatría a este monstruo (sí, idolatría) y pedir Su perdón, arrepentirte de todo corazón, no sólo de ver pornografía sino de intentar salir de ella por tus propias fuerzas, debes pedirle que te saque de ahí y que te limpie, que te dé amor por Él (sí, amor por Él porque has estado amando más las cosas de éste mundo que a Dios) y amor por Su Palabra, mira la cruz donde Cristo tuvo que morir por tus pecados y darte salvación por pura gracia, recuerda que esa Gracia que te salva es la misma que te puede sostener en una vida pureza y santidad, no para gloriarte de que pudiste vencer el pecado sino para la gloria de Dios, quien en Cristo nos dio la victoria.

Esto es algo importante que no debes olvidar: el mismo evangelio que te salva es el mismo que te sostiene, debes de recordarte el evangelio todos los días, ese evangelio es el mismo que cuando eras incapaz de conseguir perdón delante de Dios por tus propios medios te mostró la obra de Cristo por amor para presentarte limpio en Su presencia por pura Gracia, ahora ya no vives para ti, vives para Dios y debes de presentarte en cuerpo y alma consagrado a Él (2 Corintios 5:15 y Romanos 12:1) .

3. No, no caes el día que la ves

Uno de los principales dolores de cabeza es ver que ibas tan bien y ¡saz! Caíste de nuevo, luego de estar aguantándote por un mes, dos semanas o un día, sientes ese horrible sabor a derrota porque “ibas tan bien”, ésto hiere tu orgullo y mucho porque estás tratando de luchar con tus fuerzas, estás luchando de manera inadecuada.

Cuando luchas así mides tu desempeño, te fijas en si lo estás haciendo bien, cuentas los días y lo celebras (mira el siguiente punto) pero ésto sólo es un fracaso predestinado, al hacerlo le dices a tu corazón “que lo está haciendo bien por su propia cuenta” y de repente te das el lujo de un descuido, has halagado tanto a tu alma que el pensamiento de “ un poco no me hará daño” que en realidad significa “soy lo bastante fuerte” puede inmiscuirse fácilmente y atraparte.

Pero eso es lo que sucede el día en que piensas que caes, la batalla se pierde fácilmente una semana antes, cuando viste aquella película en Netflix que mostraba una escena de poca ropa y contenido sexual muy explícito (ya sabes, como solo Netflix sabe hacerlo) o en ese comercial con chicas en bikini, o ese video musical que por “accidente” encontraste en Youtube, toda una dieta balanceada para alimentar el deseo y terminar en el desastre, si tampoco hay limites de horario, si eres temerario y te vas tarde a la cama en esas horas que sabes eres mas vulnerable, o te quedas a solas cuando puedes ser tentado, esto es lo que llamamos un gran descuido, no caes el día que piensas que caes, caíste una semana antes cuando te expusiste a todo ese contenido que se acumuló en tu mente aún de manera inconsciente, debes mantener tu mente limpia.

En un artículo futuro hablaré de la forma en la que puedes mantener tu mente limpia, mientras tanto debes saber que el ocio no es tu mejor aliado en este asunto y que mucho del contenido que los medios ofrecen en la actualidad alimentan esos malos deseos.

4. No, no cuentes los días

El que diga que no lo ha hecho de seguro miente, muchos están como los gálatas guardando los dias, los años y los meses (Gal. 4:10-11 hehe), te entiendo, quieres salir de ésto y quieres hacerlo rápido, pero contar los días es sólo otra manera de medir tu desempeño y darte una palmadita en la espalda, aparte de que es frustrante y causa mucho dolor cuando caes. No se trata de medir y calcular cuánto puedes aguantar, se trata de reconocer tu debilidad (sí, tu y yo somos débiles) de crear nuevos hábitos y de vivir un día a la vez, esto es liberador.

En primer lugar: Entender que no eres fuerte y que debes de cuidarte de no caer te mantiene humilde, debes entender que ésto no se trata de cuanto tiempo dures sin verla, podrás durar años sin ver pornografía y un día en un descuido podrías caer, porque somos débiles, si primero entiendes que eres débil podrás acudir a la gracia de Dios que cuando “somos débiles nos hace fuertes en Él” (2 Co. 12:10)

En segundo lugar: crear nuevos hábitos, si duras un mes sin ver pornografía ¿qué haces con ese tiempo que no le dedicas a ella? el ocio puede ser la principal causa de caída (2 Samuel 11), debes de sustituir, debes encontrar un mayor y mejor deleite y eso sólo se encuentra en Dios, ojo: esto no es una cábala sistemática que de repente te hará salir de la pornografía porque lees diariamente tu Biblia, memorizas y oras religiosamente, eso ciertamente es bueno, pero se trata de una relación de amor real, con un Dios real, donde te enamoras de Dios y dejas de “engañarlo” con el porno (sí es como un adulterio espiritual), busca y anhela más a Dios, no porque tienes que hacerlo o porque necesitas el favor de salir de la pornografía, sino porque lo necesitas y lo amas mas que a la pornografía y ésto sólo se puede hacer con un corazón sincero.

Lo sé, esto suena duro y difícil, pero la realidad es que tu corazón anhela la pornografía y otros pecados porque está sediento de algo o más bien Alguien Eterno, vas a la pornografía a buscar agua que no sacia tu sed porque es una cisterna rota, la verdad es que tu corazón anhela a Dios pero no lo sabe, no lo entiende, porque el pecado nos miente haciéndonos creer que en Dios no hay deleite, cuando el verdadero deleite se encuentra en Él, John Piper lo dijo de ésta forma: “somos como un perro entretenido con un hueso viejo, cuando se nos ha estado ofreciendo un jugoso filete fresco” el hueso viejo e inútil en este caso es la pornografía y los demás deleites de éste mundo.

En tercer Lugar: vive un día a la vez, trata de ser fiel cada día, la Palabra dice que cada día traerá su propio afán (Mateo 6:25-34), el día de ayer pasó y trajo sus consecuencias, pero debes enfocarte en el día de hoy, en ser fiel hoy, y mañana, enfocate en ser fiel mañana, recuerda que eres débil que es probable que un día caigas, pero debes tener suficiente valor y humildad para reconocer tu falta, levantarte y seguir caminando, no se trata de no caer solamente, sino de no quedarse en el suelo, ese Dios que puede perdonar tus pecados es el mismo que puede levantarte y sostenerte en el camino.

Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, el Señor será mi luz.

Miqueas 7:8

5. No, la lucha no acaba

¿Y qué pasa cuando al fin la vences? Lamento decirte que una vez adicto, siempre lo serás, al menos en éste cuerpo de muerte, tu cuerpo de carne ha creado éstas conexiones en tu cerebro que no se corrigen, pero éstas sí se pueden debilitar, ésto significa que con la sustitución de hábitos adecuados podrás fortalecer y crear nuevas conexiones en tu mente a la que tu cerebro podrá prestarle más atención, pero una vez vences no puedes dejar de luchar, no bajes la guardia, deberás mantenerte ocupado y evitando la tentación el resto de tu vida porque la lucha no termina, cada día deberás encomendarte al Señor y pedirle “no nos metas en tentación más líbranos del mal” (Mateo 6:13) evita los tiempos de ocio y el exponerte a la tentación por creerte fuerte, no sea que te suceda como a David y Betsabé (2 Samuel 11) trabaja en la humildad y en todas esas áreas descuidadas del jardín de tu corazón.

No me malinterpretes, Dios puede ciertamente hacer un milagro y desarraigar todo este mal deseo de tu corazón de forma definitiva, pero esos casos no son tan comunes como uno quisiera, no quiero prometerte algo que no siempre se cumplirá, pero si puedo decirte que con la Gracia y el Poder de Dios puedes salir de esto y vencer cada batalla.

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

1 Corintios 10:13

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